
Cuando has leído un libro y luego vas a ver la película, es muy difícil que ésta te guste. En primer lugar, es imposible plasmar en imágenes la cantidad de información que tiene un libro de más de 500 páginas (ni en las dos horas y media que dura esta película). En segundo lugar, mientras has leído el libro tu imaginación ha visualizado los personajes, los lugares y las escenas, por lo que vas con ideas preconcebidas que casi nunca resultan iguales en la pantalla. Y si encima estamos hablando de un thriller, la sensación es que estás viendo una película de la que te han contado con antelación la trama y el final, por lo que pierdes la tensión y te parece que estás ante una película previsible.
Esto es lo que me ha pasado con LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES.
Algunas partes del libro se resumen en una escena (como lo que hace Lisbeth al final) o en un montaje de imágenes con música de fondo (la mayor parte de la investigación se resuelve con este recurso). Algunos personajes importantes en el libro, pasan por la película sin pena ni gloria, como de relleno (es el caso de Erika y Cecilia, o el director de Milton Security). Otros personajes son totalmente eliminados (como el primer tutor de Lisbeth).
En cuanto a las expectativas que había creado mi imaginación al leer el libro, la más frustrante ha sido el pasarme toda la película preguntándome “¿dónde está Mikael Blomkvist?”. No me lo había imaginado como un hombre guapo pero sí que tenía claro que era un hombre con una fuerte personalidad, atractivo, encantador, seguro de sí mismo. Pero en la película te encuentras con un tío con expresión de besugo, sin ningún carisma, que parece que no sabe muy bien por dónde va o lo que quiere hacer. A Erika me la imaginaba como una mujer de mediana edad, pero con un físico cuidado, estilosa, moderna, decidida y con un gran aplomo. En la película ves a una mujer arrugada, con un pelo descuidado, anodina y sin ningún estilo ni personalidad. En cambio, tengo que reconocer que Lisbeth sí me ha convencido (por las fotos que había visto pensaba que no me gustaría, pero no me ha decepcionado).
Creo que lo más logrado de la película son las escenas más fuertes (las escenas de Lisbeth con su tutor, o la escena del final cuando atrapan a Michael), pero quizás es porque en estos casos mi imaginación no fue tan cruel con los personajes cuando leí el libro. O quizás porque este tipo de cosas impacta más cuando lo visualizas que cuando lo lees.
Habrá que ver (supongo que ya el próximo año) si la miniserie de televisión que se ha rodado al mismo tiempo que la película, rellena esos huecos de trama y personajes. Aunque el actor con expresión de besugo y la actriz arrugada y de pelo descuidado seguirán siendo los mismos.
A favor de la película tengo que decir que fui a verla con dos personas que no habían leído el libro y les gustó mucho. Pudieron sentir y disfrutar la tensión de la trama, sorprenderse con el argumento y el desenlace y, además, sin echar de menos a ningún personaje.
Así pues, si habéis leído el libro, podéis ver la película por curiosidad pero sin haceros demasiadas ilusiones.
La película se estrena en el cine este próximo viernes, 29 de mayo de 2009. Calculo que saldrá a la venta en DVD hacia final de año, editada por SAVOR (DeAPlaneta).
Actualización 2022: Los hombres que no amaban a las mujeres no está disponible actualmente en ninguna plataforma ni en suscripción ni en alquiler. Aclaro que esta reseña es de la película sueca (tal como se puede deducir por el título original) y no del remake americano protagonizado por Daniel Craig.