
Hoy voy a hablaros de algo realmente atípico, VALS CON BASHIR. En primer lugar es una película de animación; en segundo lugar es una película israelí y en tercer lugar si fuese con imagen real podríamos decir que es un documental. Así que, coincidiréis conmigo que es un producto atípico. Como es una de esas películas que me iba a dar pereza ver, esta vez he decidido verla antes de que me diese pereza.
Para mí la película tiene tres cosas interesantes: su originalidad, un inicio impactante y un final brillante. No puedo decir que me haya mantenido pegada a la pantalla (de hecho, incluso me he echado alguna partida de solitario en el ordenador mientras la veía). O sea que, mucho, mucho no me ha gustado. Pero esos tres puntos hacen que, como mínimo, haya merecido la pena verla. Sobre todo el final.
Un amigo de Ari Folman, el director, le cuenta a éste una pesadilla recurrente mientras charlan en un bar. Ambos deducen que el sueño tiene que ver con la misión en la que participaron durante la primera guerra del Líbano en los años ochenta. En ese momento, Ari se da cuenta de que no recuerda nada de esa etapa de su vida e inicia una búsqueda de sus recuerdos entrevistándose con antiguos compañeros del ejército. Poco a poco irá reconstruyendo su historia durante ese período, al tiempo que realiza una dura crítica contra la guerra.
Aunque no soy una entendida, técnicamente la película me parece muy buena. Con la utilización del color y la luz el director consigue un dramatismo excepcional, que llega a su punto culminante con el recurso utilizado al final de la película (que, como ya he dicho, me parece excelente).
De todos modos, esta película sólo la recomendaría a los que les guste el cine de animación, a los interesados en los conflictos de Oriente Medio o a los muy cinéfilos, amantes de productos diferentes e innovadores.
La película se estrenó en 2008 y la tendréis a la venta a finales de este mes editada por Cameo.
Actualización 2022: Vals con Bashir está disponible en suscripción y en alquiler en FILMIN.
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