domingo, 18 de abril de 2021

UNO PARA TODOS de David Ilundain


Uno para todos
 puede parecer una película más de "profesor de una clase conflictiva" pero gira en torno a un hecho distinto de lo habitual en estas películas y conforma un retrato bastante más realista y cercano de la educación en nuestro país hoy en día.  

Aleix es un maestro interino que hace una sustitución en la clase de 6º de primaria en una escuela de un pueblo. Uno de los alumnos ha estado de baja durante varios meses por un cáncer. Cuando tiene que reincorporarse ya a las clases, Aleix empieza a darse cuenta que ninguno de sus compañeros quiere realmente que el niño vuelva. Averiguar qué ha sucedido para que todos odien a Carlos y solucionar el conflicto va a ser la inesperada tarea con la que va a tener que lidiar Aleix durante sus meses como tutor de este grupo.

Cuando aparece en el panorama cinematográfico una película de profesor y alumnos, ya te imaginas el argumento: clase conflictiva, alumnos desmotivados, con problemas familiares, y profesor con una vocación a prueba de bomba que va a conseguir que su clase sea la más implicada del colegio o instituto con alguna brillante idea que hará que los chicos se entusiasmen. Y siempre hay los que se entusiasman desde el principio y aquellos a los que les cuesta y con los que el profesor tiene que esforzarse un poco más. Este podría ser el resumen genérico de un montón de películas que habréis visto o de las que habréis oído hablar. Uno para todos tiene alguno de estos clichés (al maestro se le ocurre una de esas brillantes ideas motivadoras y algún que otro alumno es más reticente que los otros a implicarse), pero en general el enfoque es muy distinto. 

En primer lugar no estamos ante una clase conflictiva sino ante un grupo normal, con buenos y malos estudiantes, con alumnos que prestan atención en clase y otros a los que les gusta molestar, y con algún chico con problemas personales y familiares normales de hoy en día. La "desmotivación" de los alumnos de Aleix viene además de un hecho concreto, el regreso de Carlos a la escuela tras su enfermedad. Tampoco Aleix sería el prototipo de maestro de este tipo de películas. Su personaje refleja un poco la problemática de los maestros interinos, que van de escuela en escuela, sin el tiempo suficiente para acabar de integrarse y conocer bien a sus alumnos, con cierto hastío y pasotismo. Pero aunque al principio parece que intente evitar la situación que se le plantea en la clase, al final acaba implicándose y solucionando el conflicto.

Uno para todos toca varios temas, como el bullying, la diversidad en las escuelas, la problemática de los profesores interinos, la dificultad de comunicación en las familias... y quizá por eso, en algún momento, tienes la sensación de que no profundiza en ellos, de que es una película algo ligera en sus planteamientos. Pero esto también hace que no se convierta en un melodrama.

Los actores que interpretan a los niños están geniales. La verdad es que en todas las películas españolas con niños que he visto este año en mi reto de los Premios Goya, las actuaciones me han sorprendido muy positivamente. A Aleix, el maestro, lo encarna David Verdaguer, que fue nominado a los Goya como actor protagonista (única nominación que tuvo esta película) pero no consiguió el premio. 

Uno para todos se estrenó en marzo de 2020 y puede verse en suscripción en MOVISTAR y en alquiler en RAKUTEN TV.  

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